Llevaba más de un año despertando con mucho coraje. Había pasado por varios cambios en mi vida
muy significativos; un divorcio, cambio de trabajo y mudanza a un país
extranjero.
La realidad es que había terminado una relación de más de 8 años y sentía
mucho coraje por la forma en que se manejo la separación.
Guiada y controlada por esta emoción tomé muchas
decisiones que cambiaron mi vida de forma drástica. Sin embargo, por más cambios que realizara o por más que meditara o reflexionara
sobre cómo me quería sentir, FELIZ Y ALEGRE, el coraje continuaba latiendo.
Latía y muy fuerte.
Me despertaba enfurecida a pesar de todas las
estrategias que utilizaba para lograr Paz y Armonía. Deseaba llegar a estas dos emociones porque ya
estaba dispuesta a seguir adelante y dejar el pasado. Sin embargo no podía entender por qué el
coraje no desaparecía.
No fue hasta que me rendí y pedí ayuda a mi voz
interior (el acto que considero de mayor
humildad en mi vida, soltar y dejar Todo en las manos de Dios) que comprendí el por qué del coraje.
Fue entonces que pude escuchar mi voz interior
responder con mucho amor: “NECESITABAS TENER CORAJE PARA SALIR DE DONDE ESTABAS
Y ASÍ CAMINAR A DONDE TE HABÍAS PROPUESTO LLEGAR”
De inmediato estallé en llanto y esta vez de PURA
ALEGRÍA. Pude comprender como la FUERZA SUPERIOR SIEMPRE me acompaña.
Por lo general consideramos que el coraje es una
emoción negativa, pero no siempre tiene que ser así. Esta
vez fue la emoción que utilicé para impulsarme a caminar y soltar el
dolor y decepción. Ya era hora que la continuara utilizando a mi favor y no dejar que me controlara.
Una vez realicé lo importante de esta emoción en
este proceso de mi vida AGRADECÍ y la ALEGRÍA y ARMONÍA inundaron mi alma una vez más.
La realidad es que TODOS y TODAS experimentamos
múltiples emociones durante el día en
nuestras vidas. Podríamos dividirlas entre positivas y negativas, más hoy aprendí que ellas todas existen para que las utilices a TU FAVOR. Tú Eres quien decides SIEMPRE.
